El CLADC, entiende la responsabilidad y compromiso que tiene ante un gremio en adiestrar a los profesionales con herramientas de gran impacto y valor dentro del campo profesional, combatiendo de esta forma La Legitimación de Capitales y el Financiamiento al Terrorismo.
por @machadoroy - #AuditoriaForense
Hoy sin lugar a duda, nos encontramos en un entorno vulnerable, y no podemos blindar a las organizaciones de tal forma, que sean esquivas a los efectos que producen la crisis financiera a nivel global; así como de quienes pretenden defraudar, a través del uso de sus cargos de confianza a las empresas y los activos o ganancias de esta última. De aquí la necesidad de entender cómo enfrentar un entorno carente de ética y valores.
En nuestro país son muchas las empresas que han padecido algún tipo de fraude y en su mayoría cometido por sus mismos empleados; así que el fraude y la corrupción es un obstáculo a los que se enfrentan las organizaciones privadas y públicas en la actualidad.
Estamos obligados a realizar un análisis administrativo a las organizaciones y entender por qué sus miembros terminan haciendo lo que la misma organización permite. Es de suma importancia entender la tipificación del delito, saber cuándo se enciende las alarmas que nos indican que estamos trabajando con el enemigo dentro de la organización, se debe despertar la suspicacia que permita identificar el perfil del defraudador y entender el camino que se debe enfrentar para combatir este tipo de delitos considerado Pluriofensivo.
La mayoría de los fraudes son cometidos por personas sin principios, sin valores éticos y sólidos, que aprovechando la falta de control de las empresas donde laboran se dejan vencer por la facilidad de cometer el delito. Es un compromiso que debe asumir cada trabajador en funcionar como un ente auditor; es un compromiso con nosotros mismos de entender que se tiene el deber de actuar en beneficio y procura de las buenas prácticas profesionales, siempre apegados a las leyes y políticas.
La propuesta no es simple, tenemos que trabajar desde la semilla, sembrando valores en las generaciones que hoy se preparan desde los colegios y universidades; sin olvidar el alto impacto de los valores en el hogar. Recordemos que tenemos en nosotros la oportunidad de cambiar y dar el rumbo deseado de tener organizaciones libres de fraudes y corrupción, Hagamos de nuestro país un país de principios y valores, fortalezcamos nuestra ética, es tiempo de volver la vista hacia nuestro interior, trabajemos y luchemos por el país de nuestros hijos.
por @machadoroy - #AuditoriaForense
Hoy sin lugar a duda, nos encontramos en un entorno vulnerable, y no podemos blindar a las organizaciones de tal forma, que sean esquivas a los efectos que producen la crisis financiera a nivel global; así como de quienes pretenden defraudar, a través del uso de sus cargos de confianza a las empresas y los activos o ganancias de esta última. De aquí la necesidad de entender cómo enfrentar un entorno carente de ética y valores.
En nuestro país son muchas las empresas que han padecido algún tipo de fraude y en su mayoría cometido por sus mismos empleados; así que el fraude y la corrupción es un obstáculo a los que se enfrentan las organizaciones privadas y públicas en la actualidad.
Estamos obligados a realizar un análisis administrativo a las organizaciones y entender por qué sus miembros terminan haciendo lo que la misma organización permite. Es de suma importancia entender la tipificación del delito, saber cuándo se enciende las alarmas que nos indican que estamos trabajando con el enemigo dentro de la organización, se debe despertar la suspicacia que permita identificar el perfil del defraudador y entender el camino que se debe enfrentar para combatir este tipo de delitos considerado Pluriofensivo.
La mayoría de los fraudes son cometidos por personas sin principios, sin valores éticos y sólidos, que aprovechando la falta de control de las empresas donde laboran se dejan vencer por la facilidad de cometer el delito. Es un compromiso que debe asumir cada trabajador en funcionar como un ente auditor; es un compromiso con nosotros mismos de entender que se tiene el deber de actuar en beneficio y procura de las buenas prácticas profesionales, siempre apegados a las leyes y políticas.
La propuesta no es simple, tenemos que trabajar desde la semilla, sembrando valores en las generaciones que hoy se preparan desde los colegios y universidades; sin olvidar el alto impacto de los valores en el hogar. Recordemos que tenemos en nosotros la oportunidad de cambiar y dar el rumbo deseado de tener organizaciones libres de fraudes y corrupción, Hagamos de nuestro país un país de principios y valores, fortalezcamos nuestra ética, es tiempo de volver la vista hacia nuestro interior, trabajemos y luchemos por el país de nuestros hijos.
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